martes, 3 de enero de 2017

Nuevo año, nuevos propositos.

Bueno, no se quien lo diría, pero desde luego yo no, pero aquí estamos.

Otra vez.

Y lo primero que quiero desearos es que...  ¡Feliz 2017!

Un año mas, como cada 1 de enero, te planteas unos nuevos propósitos, que rumbo quieres dar a tu vida, que quieres conseguir, que quieres cambiar y en definitiva lo que siempre has querido hacer o ser pero nunca has tenido valor de intentarlo.

Yo me definiría como una persona perfeccionista y planificadora, y que cada vez que empieza un nuevo año se ''propone'' nuevos objetivos que son inalcanzables y que la mayoría de veces nunca cumplo.
Y por eso estoy aquí, para contaros estos objetivos de mi nuevo año.
Y os voy a dar un consejo que voy a intentar aplicarme a mi misma también, y es que debemos ser realistas, bajemos el listón de las metas y quizás dentro de un año cuando recapitulemos todo nuestro recorrido sintamos ese sentimiento de satisfacción y nos motivemos para continuar persiguiendo todo lo que hemos anhelado ser.

Os voy a ser sincera, no sabía como enfocar este nuevo post, no sabía si hablaros de lo que este pasado año he aprendido o si hablaros de consejos para este ya no futuro 2017.
Y optare por la segunda opción ya que precisamente uno de los mejores consejos que creo que alguien nos puede dar y de vez en cuando repetir, es que pensemos en el presente, ni en el antes ni en el después, no tiene sentido perder el tiempo en algo a lo que ya no podemos retroceder, a algo que no podemos cambiar, y mucho menos lo tiene planificar, anticiparse, o idearse un proyecto de vida que quien sabe donde nos deparara el futuro.
Pensemos en el ahora en mejorar cada día, en cada mañana levantarnos y decidirnos ser la mejor versión de nosotros mismos, de hacer feliz al mundo siéndolo nosotros primero, de procurar no tener miedo, de arriesgarse, de perseguir corriendo aquello que soñamos conseguir, pero también de aprender a frenar cuando quizás correr tanto no merezca la pena, de también darnos cuenta del valor de cada cosa, hasta de las pequeñas, aprender que todo tiene un sentido, de ni ser conformistas en exceso pero tampoco de ser tan ambiciosos como para que las posibles consecuencias superen el premio final.
Aprender a respirar, a relajarse. Os animo a mandar ese mensaje que nunca habéis tenido el valor de enviar, a llamar a alguien que hace tiempo con el que no habláis, a reunir a unos viejos amigos a tomar café, y también a daros cuenta de que las personas cercanas como familia y amigos que de por el simple echo de tener siempre ahí no les atribuimos ese valor que siempre se merecen, al igual que un día están y aunque lleven años estando mañana no tienen porque hacerlo.
ASÍ QUE VIVAMOS EL SEGUNDO REAL, VIVAMOS ESTE PRECISO MOMENTO, Y VIVAMOS LA VIDA.

¡¡NOS VEMOS EL DOMINGO QUE VIENE!!

@chofivds en todos los lugares del universo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario